Ya hicimos el vino en la fermentación, ahora nos toca la parte de guarda o crianza

 

Ánforas de Cocciopesto

Material que usaban los romanos, hace mas de 2000 años, para la elaboración de acueductos, baños termales y cisternas para la elaboración de vinos. En el siglo I AC Vitruvio describe su fabricación y uso en su tratado “De Architectura”.


La versión moderna rescata la antigua formula de la mezcla en bruto de fragmentos de grava de río, ladrillo de terracota, loza triturada, arena, polvo de mármol y cemento para aglutinar. A diferencia de la arcilla o terracota (o greda) se seca al aire.

Ofrece gran impermeabilidad, resistencia, durabilidad y una importante inercia térmica. Entrega al vino una excelente microoxigenación gracias a la porosidad del material lo que ayuda a estabilizar el color, contribuir a la evolución del aroma, suavizar la astringencia tánica y a no tapar el carácter de la fruta y su origen especifico. Su forma ovoide ayuda al movimiento convectivo y así un permanente contacto del vino con lías finas (precursores de sabores y aromas complejos y estables)

Cubas de Concreto

Material eterno e insulado por naturaleza, fácilmente moldeable a variadas formas además de ser fácil de customizar (agregando llaves, portalones, conexiones de acero inox. etc) Su neutralidad (o su discutida entrega de toque mineral) ayuda a una mejor expresión varietal, del viñedo y sus condiciones (terroir) al vino, casi directo. Su microporosidad permitirá una muy suave entrega de oxígenos ayudando a los vinos a su evolución y limpidez.


Barricas de Roble

Nacen como solución tecnologíca en Europa tanto en transporte de vino como para ayudar a que los taninos evolucionaran y se mezclaran con los propios taninos del roble (elágicos), en zonas de exposición solar no constante (ejm Burdeos, Francia). Al nuevo mundo no lo falta luz, para nada, nos arrancamos un poco de ella por lo que el uso para corregir madurez no es tema, pero si abrazamos los aromas y sabores que entrega el roble (al natural, tostado, o en un punto medio). Es un arma noble pero de doble filo donde si te descuidas puede llegar a enmascarar el carácter de un viñedo y sus condiciones de suelo y clima. Nuestros vinos no pasan del 30% de guarda en barricas de mas de un uso.